Para el artista neoyorquino Adrián Viajero Román, el concepto de hogar va más allá de un lugar físico. “El hogar puede estar en cualquier parte: en nuestra mente, en nuestras emociones”, reflexiona. Con esta premisa, Román presenta Archivos Vivos, su primera exposición en Chicago, donde explora la memoria y la identidad de la diáspora puertorriqueña a través del arte.
La muestra, que se exhibe en el National Museum of Puerto Rican Arts and Culture hasta el 17 de enero de 2026, es un homenaje a los ancestros del artista y a la historia de los puertorriqueños que migraron a Estados Unidos. En el centro de su obra está el retrato de su abuelo, quien llegó a Nueva York en la década de 1940 como parte de la Operación Manos a la Obra, un programa de migración laboral entre Puerto Rico y EE.UU. “Pensaban que solo venían a trabajar y luego regresarían. Pero terminas quedándote, y se convierte en tu vida”, explica Román.
Retratos en madera y huellas del pasado
El trabajo de Román se caracteriza por la combinación de dibujos a grafito sobre paneles de madera con objetos cotidianos y recuerdos familiares. Sombreros de paja, baúles de vapor y machetes acompañan retratos de ancianos y jóvenes que miran fijamente al espectador. Algunas de estas imágenes provienen de álbumes familiares, mientras que otras se inspiran en fotografías históricas.
“Utilizo muchos objetos encontrados para conectar el pasado con el presente, para recordarnos de dónde venimos y cómo eso influye en dónde estamos hoy”, comenta el artista. Entre estos objetos se encuentran restos que recogió en Puerto Rico tras el paso del huracán María en 2017, a los que denomina “PR-tifacts”.
Su obra también transmite un mensaje de resiliencia y resistencia cultural. En una de sus piezas, Román hace referencia a una frase de un líder puertorriqueño sobre la colonización: “Quieren la jaula, no el pájaro”.
De Nueva York a Chicago: Reflexiones sobre comunidad
Aunque Román reside en Brooklyn, la comunidad puertorriqueña de Chicago le ha impactado profundamente. En particular, destaca la importancia de Humboldt Park y Paseo Boricua como espacios de resistencia cultural. “Nueva York solía tener lugares como este, pero la gentrificación los ha fragmentado”, lamenta.
El artista ve en Humboldt Park un modelo a seguir y se pregunta cómo podría llevar esa esencia de vuelta a Nueva York, donde la identidad puertorriqueña ha perdido algunos de sus espacios tradicionales.
Arte, política y desafíos Actuales
Además de crear arte, Román también se dedica a la curaduría de exposiciones, aunque este trabajo enfrenta nuevos desafíos. Explica que algunos artistas puertorriqueños han rechazado viajar a EE.UU. por miedo a la discriminación. “Hemos visto casos de personas arrestadas solo por hablar español. Muchos no quieren arriesgarse a viajar sin saber inglés perfectamente y ser confundidos con alguien más”, señala.
En tiempos inciertos, Román ve su herencia cultural como un faro. “Todos deberíamos preocuparnos por lo que sucede en el mundo, pero sin olvidar a nuestra comunidad y a nuestra familia”, reflexiona.
A través de Archivos Vivos, el artista invita a los espectadores a cuestionar qué significa el hogar y cómo la historia personal y colectiva moldea nuestra identidad. La exposición estará abierta al público en el National Museum of Puerto Rican Arts and Culture hasta enero de 2026, ofreciendo una ventana a la memoria y la resistencia de la diáspora puertorriqueña.