La legendaria flapper animada Betty Boop ha vuelto y no de cualquier manera: Boop! The Musical, la nueva producción de Broadway dirigida por Jerry Mitchell, la lanza fuera de su mundo en blanco y negro para sumergirla en el vibrante escenario de la New York Comic Con, dentro del Javits Center. Con música de David Foster, letras de Susan Birkenhead y libreto de Bob Martin, esta colorida adaptación da nueva vida a la icónica figura de los años 30, que regresa con fuerza a la cultura pop del siglo XXI.
La historia comienza cuando Betty, cansada de ser una simple figura de deseo en sus antiguos dibujos animados, escapa de su rutina gracias a un invento de su Grampy: una silla de teletransportación. Así, aterriza en medio del caos alegre del Comic Con, un entorno escénico recreado magistralmente por el diseñador David Rockwell. Allí, entre Pikachus, Sailor Moons y Thor con capa, Betty se ve obligada a confrontar su identidad y su lugar en una nueva era visual y cultural.
Uno de los momentos más celebrados del espectáculo es el número musical In Color, que captura el espíritu vibrante y artesanal de los cosplayers del Comic Con. La obra también crea un lazo conmovedor entre Betty y Trisha, una joven artista y fan que encuentra en ella una fuente de inspiración y consuelo. A través de esta relación, el musical enfatiza el poder de los íconos animados como símbolos de resistencia, creatividad y esperanza.
Aunque el guion de Boop! no siempre acierta en equilibrar lo nostálgico con lo contemporáneo, logra transmitir un mensaje poderoso sobre la relevancia de Betty Boop en el presente. La puesta en escena, cargada de referencias visuales y guiños a la historia de la animación, convierte el musical en una experiencia inmersiva tanto para fanáticos del teatro como para los del fandom geek. Al final, Boop! celebra lo que Comic Con representa: un espacio de reinvención y comunidad donde incluso una diva de otra era puede encontrar su lugar.