Durante los últimos años, la celebración del Día de Muertos ha ganado una enorme popularidad en los Estados Unidos. Muestra de ello son los diversos productos de la industria cultural entre los que se incluyen películas, series televisivas y todo tipo de mercancía promocional de dicha tradición.
Por esta razón resulta muy común ver en la ciudad de Nueva York la creciente población mexicana se ha volcado a las calles para compartir con el resto de los neoyorquinos esta bella y colorida manera de render un tributo a los difuntos. Desde el Rockefeller Center hasta Times Square la Catrina y sus pares exhiben sus esqueletos e incluso en el mismo parada de Halloween un Charro de la Muerte desfila por la Sexta Avenida, junto a calabazas y fantasmas.
Pero ajeno a la exuberancia de calaveras en la ciudad, en el resto del estado de Nueva York apenas comienza a afianzarse este tradicional festejo; ejemplo de ello es la población de Margaretville, ubicada a unas 100 millas (unos 160 km) de la Gran Manzana. Recientemente, la comunidad mexicana de esta localidad llevó a cabo una demostración del Día de Muertos que duró varios días.
De acuerdo con su organizador, Armando Cuatianquiz, la idea de mostrar en qué consistía esta tradición nació hace un par de años cuando en una de sus tiendas, sus clientes comenzaron a preguntar sobre un altar que él mismo había colocado para celebrar las fechas. A partir de allí fue que propuso a algunos propietarios de negocios que se unieran para compartir con la localidad tan original fiesta.
Así que en el espacio de lo que fuera un antiguo cine teatro Galli-Curci el Día de Muertos cobró vida para unir a los difuntos y a los vivos en un festejo de la existencia conjunta. En varios días que se extendieron durante todo el fin de semana, los visitantes pudieron degustar algunos platillos y bebidas típicas mexicanas y conocer con más detalle los orígenes de esta tradición milenaria.
Para conocer más de los participantes en el evento, visite los perfiles: @_sacredsoil_ & @perunaynushop