¿Qué puede suceder cuando, tras deambular por las calles neoyorquinas, cualquier persona entra a un canta-bar alrededor de las 3 de la madrugada? De acuerdo con el autor y director, Alberto Ferreras, cualquier cosa es factible incluso un milagro.
En su más reciente propuesta escénica Ferreras, quien anteriormente presentó Hamlet en Harlem en el mismo recinto del Theater for the New City, transforma su escenario en un cabaret cantante que brinda a su audiencia la oportunidad de una experiencia tan neoyorquina como tomar el metro o caminar por Central Park.
“Como es un espectáculo inmersivo, hay que estar preparado para lo que un show del Off-Broadway es: de vanguardia innovador, barato y posiblemente improvisado. Todas esas son cualidades del Off-Broadway de las que yo, personalmente, estoy muy orgulloso porque ningún show de Broadway te puede ofrecer eso realmente. Una de los elementos que más me gusta del show es que no sabes quién está al lado tuyo y qué podría hacer”, detalla su autor.
Y es que al ser el anfitrión de la noche, el propio Ferreras se convierte en una especie de Virgilio posmoderno que conduce a sus parroquianos por un infernal Nueva York donde la única posibilidad de redimirse es a través del canto… Bajo esta premisa del autor solo cantando a todo pulmón se puede alcanzar el estadío de libertad que permite la reconciliación interna. Quizá por este motivo, El Milagro se queda a un paso de ser un karaoke como aquellos establecimientos coreanos que la audiencia tanto añora.
La escencia del montaje es que la música tiene la facultad de operar milagros en los individuos, tal y como lo confiesa su autor desde el inicio de la obra. Y en el transcurso de sus 90 minutos de duración, muchos miembros de la audiencia se transforman en desinhibidos cantantes que obtienen regocijo frente al micrófono. Todos ellos acompañados de un magnifico pianista que adereza con jocosos comentarios el encuentro.
Y aunque El milagro se ejecuta en inglés, la obra siempre mantiene su sabor latino, pues Ferreras siempre referencia su orgullo su origen venezolano: “Todo lo que toca y toda la experiencia y a lógica detrás de las anécdotas del show tienen que ver con mi latinidad. Como en la mayoría de las proyectos que yo hago, lo único que se pretende es conectar culturas. Que entre la gente latina y la que no lo es: nos entendamos, sepamos y aprendamos los unos de los otros”.
The Miracle se mantiene en cartelera hasta el 25 de febrero. Para horarios y boletos, visite el sitio web: theaterforthenewcity.net