Siempre he insistido que la cocina italiana está en mi alma, en mi corazón y sobre todo en mi paladar; es como si no hubiera espacio para ninguna más, pero la verdad es que no es así. Como amante de la buena cocina adoro la comida, provenga de donde provenga, y aquella de la costa mediterránea tiene exquisiteces al por mayor.
La entrañable España está entre las primeras de mi lista gastronómica debido a su variedad, sabores y la diversidad que ofrece; entre mis preferencias, la Madre Patria pelea -cuerpo a cuerpo- con el eximperio romano.
Y es que según la region ibérica que se referencie, la oferta es increíble:
- Galicia se congratula de ser uno de los mejores lugares gastronómicos.
- Andalucía y sus gazpachos, la típica sopa fría de tomate que se toma en el verano, o sus paellas.
- En Valencia se come desde la misma paellera y se las aplaude de pie.
- Extremadura y sus embutidos son inigualables.
- Y qué decir de Asturias y sus pescados.
Para completer esta diversidad, no se pueden obviar los tapeos madrileños (tostas de pan, que traen encima jamones o diferentes quesos o tortillas), las croquetas, una buena morcilla a la parrilla. Podría seguir y seguir mientras la boca se me hace agua.
Afortunadamente, Nueva York cuenta con un lugar que suma esta diversidad de sabores: @pilpil restaurante.
En el Upper East Side, en la calle 71 y la Tercera Avenida, este pequeño lugar ofrece un amplio menú de platos españoles. En su carta se pueden encontrar maravillosas entradas que van desde tablas de quesos o embutidos, gambas al ajillo, pisto de berenjenas o crocantes y jugosas croquetas, hasta bacalao al pil pil -hecho en salsa de tomates. Chuletas de cordero, pollo catalán o albóndigas de la abuela, arroces, patatas bravas y tortillas.
El recinto cuenta también con una amplia variedad de vinos. Dentro de los tintos hay exquisitos Riojas y Ribera del Duero; y en los blancos, maravillosos Ruedas Sauvignon blanc orgánicos. Su amplia terraza con mesas altas evoca aquellas típicas tascas madrileñas donde el comensal se toma un vino de pie entre estruendosas charlas.
@Pilpil es el clásico lugar al que uno promete volver. Porque porporciona un espacio cálido, comida inigualable y atención de primera. Una incomparable opción para disfrutar de una pequeña y deliciosa porción de España en esta urbe de acero.