Hace catorce años, Taylor Haskins, trompetista de jazz, y Catherine Ross Haskins, artista visual, dejaron Brooklyn y se mudaron a Westport, un pequeño pueblo en el Lago Champlain. Buscando conectar su comunidad con el arte contemporáneo, hace tres años compraron un molino de harina abandonado, lo renovaron completamente y lo convirtieron en The Mill, un centro para las artes visuales y musicales. Este espacio, que se inauguró oficialmente el pasado sábado, ya ha comenzado a atraer a artistas de renombre y músicos que suelen actuar en lugares icónicos de Manhattan, como el Village Vanguard y Joe’s Pub.
El objetivo de los Haskins es convertir The Mill en un “oasis cultural” en esta comunidad de 1,300 habitantes. Durante la inauguración, se destacó la actuación de la arpista Zeena Parkins, que comparó el espacio con aquellos que había conocido en Japón, Polonia y Francia, resaltando la energía y la pasión detrás del proyecto. El evento contó con la participación de músicos como Guillermo Klein y Steven Bernstein.
Además de conciertos, The Mill albergará exposiciones de arte. Entre los artistas destacados se encuentran Amy Ellingson, quien diseñará un vitral inspirado en el molino, y Stephen Hendee, cuya escultura de luz “Buisine” también forma parte de la colección del centro.
Los Haskins ven este proyecto como una inversión no solo financiera, sino también emocional y cultural, esperando que el impacto en la comunidad sea profundo y duradero.
Fuente: The New York Times