Aquí, desde esta columna gastronómica –ofreciendo lo mejor de mí- busco inculcar el culto a la comida. No solamente dando a conocer los restaurantes; sino además, conectando con sabores, olores, momentos, emociones, gente, etcétera. Siempre apostando a lugares llenos de originalidad, platos novedosos y sabores exóticos. Sin olvidar que tengan responsabilidad con el medio ambiente, que haya platos vegetarianos o veganos, sin gluten, etc., etc., etc.
La lista de espacios en la Gran Manzana son interminables… y a lo largo mis columnas escritas -como en la vida misma- hay de todo. Desde algunas decepciones hasta maravillosos descubrimientos. Un lugar particular dentro de esta ciudad, cuya oferta tiene de todo y más, es el restaurante @Nanoosh. Recuerdo cuando entré por primera vez gracias a la recomendación de un amigo.
Me fascinó ver como todo eso que suelo predicar con la comida, estuviera ahí en su menú. La quinua y las lentejas como base de muchos de sus platos, casi todas las preparaciones sin demasiada cocción para mantener las vitaminas y minerales de los alimentos activos, exquisiteces vegetarianas, sándwiches veganos, mayonesas sin químicos, panes de masa madre, vegetales orgánicos, variedad de hummus y babaganoush, sopas crema con especias mexicanas maravillosas, limonadas frescas y naturales; la lista podría seguir y seguir.
Tres sedes del mismo restaurante en distintos puntos de la ciudad, una a pasos de la ópera de Nueva York sobre Broadway, otra en plena avenida Madison y la tercera en el ¡mítico Rockefeller Center!
Hoy, aunque nos duela en el alma, pensando en cada uno de esos trabajadores y sus respectivas familias, debo decir que ese mítico restaurante -reconocido por su comida sana y responsable- no ha podido hacerle frente a la crisis económica que trajo la pandemia. Tuvo que cerrar sus puertas y posiblemente para siempre.
Justamente la sede que más frecuentaba -en Upper West Side- ya tiene colgado un letrero que indica: espacio disponible. Lo que nos deja claro que el anterior negocio ya no está más y que el lugar es un lujo para cualquier empresario. Especialmente del sector gastronómico.
Aún recuerdo cuando me invitaron a formar parte de esta guía cultural y pensé: ¿qué lugares de mis preferidos, me encantaría recomendar? Y el restaurante @Nanoosh era, sin duda alguna, uno de ellos.
Duele ver como el impacto de una crisis global de salud, se refleja tan duramente en lo económico, social, humano y político. Este año con toda seguridad, hemos descendido a profundidades humanas nunca imaginadas. Y posiblemente la subida sea lenta, difícil, desigual y caótica. Como ya vemos en muchos casos.
@Nanoosh hubiera sido mi recomendación de hoy. Porque era mucho más que un restaurante. Pero no podrá ser, ni hoy ni mañana…. Ahora solamente será parte de los recuerdos que muchos tuvimos de esa Nueva York antes del covid-19, cuando nos abrazábamos sin dudar y la distancia de dos metros era una falta de respeto.
Este pintoresco lugar, hoy tuvo que bajar el telón…. Una lástima, una gran tristeza… y mientras tanto, la mezquindad política sigue yendo y viniendo con la aprobación de unos presupuestos de ayuda a la clase trabajadora. Que por cómo se avizora este final de año -sumado al resultado electoral- quedará en un limbo. Mientras tanto, los dramas individuales de la falta o pérdida de trabajo están a la orden del día, tocándonos la puerta y recordándonos que cualquiera de nosotros podríamos ser los próximos.
Por ahora, me despido con nostalgia; sin embargo, prometo volver en mi próxima columna con buenas noticias. Seguir recomendando lugares, por ahora lo siento. Perdón, no puedo seguir conversando… el bocado se me atragantó.