Cuando The Ned -un hotel y club de socios de la gente que creó Soho House– abrió sus puertas en Londres en 2017, parte de su encanto era una colección de arte destinada a desafiar las ideas de lo que podía ser un club situado en la abotargada ciudad de Londres.
Con información de Town and Country
“En Londres, decidí responder a un prejuicio sobre cómo era el barrio”, dice Kate Bryan, la directora de arte global de Soho House & Co. “¿Quiénes andan por allí? ¿Serán todos tipos de cierta edad que fuman puros? El Ned demostró que había gente muy interesante en la ciudad y que necesitaba un lugar para pasar el rato que estuviera bien pensado. Así que decidí que nuestra colección de arte debía reflejar esa disparidad”.
Lo que hizo Bryan fue comisariar una colección de 100 obras de arte, 93 de las cuales estaban hechas por mujeres artistas y siete por hombres, pero sólo las que estaban en colaboración con mujeres. Fue una elección intencionada para invertir la disparidad de género evidente en los negocios. “Era una colección progresista y realmente hacía una declaración”, explica Bryan. “Sabía que cuando fuéramos a hacer la Ned en Nueva York, tenía que pensar en la inclusión y convertirla en la columna vertebral de la colección”.

Ahora que el Ned ha abierto en el barrio neoyorquino de NoMad, Bryan ha cumplido su plan. “La colección en Nueva York tiene que ver con el edificio”, explica. “Fue financiado en 1903 por una mujer, lo que era extremadamente inusual, y formó parte de un momento a principios del siglo pasado en el que personas cuyos padres o abuelos habían sido esclavizados eran propietarios de negocios, en el que la gente queer vivía abiertamente en estos estilos de vida bohemios, y las mujeres financiaban proyectos. El Renacimiento de Harlem estaba a sólo una década de distancia. Fue una época increíble en la que había actitudes tan progresistas y Nueva York era un semillero de ellas”.
Continúa: “Sin embargo, en el transcurso del resto del siglo, muchos de esos avances fueron cuestionados. Cien años después seguimos intentando recuperar ese terreno en muchos aspectos, por lo que la colección, que se llama “Un siglo diferente”, está comisariada en respuesta a ese momento de la historia. Pedimos a los artistas que piensen cómo podría haber sido ese último siglo y cómo debería ser éste”.

El hotel ha encargado y adquirido obras de artistas como Marilyn Minter, Mickalene Thomas, David Wojnarowicz, Rashid Johnson y Glenn Ligon, entre otros, no sólo para subrayar la misión de Bryan, sino también para ambientar el espacio. La biblioteca del Ned’s cuenta con una escultura de Zoë Buckman, el restaurante Cecconi’s presenta obras de artistas femeninas, e incluso la recepción recibe a los clientes con obras de Minter y Elliott Jerome Brown, Jr. “Siempre intentamos que el impacto sea grande al entrar (tenemos una Laurie Simmons en el vestíbulo), pero también que haya capas que se puedan retirar con el tiempo”, explica. “Hay algunas sorpresas”.
Es algo que el director general de Soho House, Nick Jones, está encantado de compartir con los huéspedes. “Nueva York es muy especial para mí y ha sido una parte importante de nuestra historia en Soho House, y cinco años después de lanzar The Ned London, estamos realmente emocionados de poder traer The Ned NoMad a Nueva York”, dice. “The Ned London creó un destino verdaderamente nuevo en el corazón de la ciudad, y no puedo esperar a que ocurra lo mismo en Nueva York”.

Para Bryan, las obras de arte del hotel cuentan la historia del edificio, pero también sirven de telón de fondo para los recuerdos que se crean allí hoy. “Este lugar es una carta de amor al Nueva York del siglo pasado, y es emocionante situarse en ese contexto”, dice. “Todo se siente bien, pero nunca tan lujoso como para que alguien esté fuera de lugar. Queremos que la gente se imagine que esto es su arte; está ahí porque es un lugar para que la gente lo disfrute”.