Sin ignorar los altos contrastes, es imposible no diferenciar a esos que viven las verdaderas dificultades del destino. Hay una consciente sapiencia que nos dice al oído que ese vacío se llama país.
A pesar de la suela rota, las horas sin comer, el largo caminar y la pelazón; o las noches de fiesta, el éxtasis del éxito, y los coletazos de felicidad que deja el recuerdo de gastarlo todo en el bar de al lado. Aún con ese regocijo de ser incomprendido, el sol se opone todos los días mientras muchos seguimos con esa sensación de querer el país de vuelta.
No hay vuelta atrás, pareciera una guerra que se gana a votos, cuyos ideales son solo pretextos para aumentar su poder. En mi obstinada apatía sé que el mayor signo de esperanza es reconstruirlo desde adentro para, al menos, guardar la sensación de que sigue vivo dentro de nosotros.
La intransigente burla del destino no para, y no le importa si es bajo las engañosas sombras de la pandemia que tropieza en el contrastado doble discurso: de quédate en casa o salgo a la calle a cambiar el mundo. Mientras la pandemia avanza hacia el sur y amenaza con extender el encierro, hay otras fuerzas del lado oscuro que como en una serie de HBO solo busca fecundar en el norte. A ese mismo tiempo de tragedia son otros los que avanzan, día a día, caminando bajo el sol inclemente las largas distancias que separan a los países, buscando otra realidad que no sea tan dolorosa. En ese absurdo arte de la ironía, una parte de la humanidad se presenta aturdida buscando una luz, un pan, o un aventón que los salve de la tragedia por la cual votaron.
El cielo no se agota de sus azules más bellos: esa es la mejor señal de que no todo está perdido. Tal vez en esa antigua esperanza, en ese cielo infinito, en esa olvidada utopía, nos encontraremos como hermanos. Me atrevo a abrir con estas palabras inspiradas por la Pía Paez, provenientes de uno de sus últimos temas musicales:“Tonada del Caminante” que es un canal a la empatía con el inmigrante, es también un recordatorio de que todavía existe una Venezuela y un acercamiento a aquellos que la viven más de cerca. “Tonada al Caminante” es el reencuentro con esa verdad que arrastramos, esa verdad que nos hace a todos palpitar con Venezuela.
Pía Páez tiene ese don de transformar una idea y hacértela sentir, sea a través de su voz o de sus historias. Siempre existe la transmisión de lo que siente la artista. En su tema “Passing The Time”–grabado durante la cuarentena– describe la voluntad humana de seguir conviviendo y conectándonos pese a los distanciamientos físicos y sociales. En el timelap de su rutina deja claro el mensaje: “nunca subestimes el poder de un atardecer en Brooklyn”. Esos son los regalos del día a día que esta ciudad nos ofrece y que Pía Páez ha convertido en música.
Si había algo que esperar de la Pía Páez es que la ciudad de Nueva York profundizaría su gusto por el R&B. Indicios de su capacidad para fluir entre varios géneros musicales, y ya relucido en colaboraciones con bandas como Sunsplash y su tema “R&B BOY”: se trata de su nuevo videoclip “Mucha Mujer”. Este sencillo es mucho más que una marcha sensual y desafiante al empoderamiento femenino, es un recordatorio al amor propio y del lugar que se merecen las mujeres en cualquier terreno. “Mucha Mujer” de Pía Páez expone esa desenfrenada pasión cinematográfica de un rooftop y un día soleado: esa romántica disposición a encontrar la grandeza que hay entre la intimidad de la entrega y el skyline neoyorquino.
La Pía Páez –¡de Mérida para el mundo!– es una músico venezolana que se ha convertido en referencia del género femenino en la música del país. Compositora del exitoso álbum “Tú y Tu Lado Oscuro” ha convergido en colaboraciones con artistas como Budú, Charlie Papa y Caseroloops. Ella es el vivo recuerdo de que, cuando estás en sintonía con el propósito del alma y ejerces la mínima energía, no importa en qué lugar del mundo te encuentres, el éxito está garantizado.
Pía Páez comenzó a cantar canciones religiosas en su escuela a los 15 años, en una banda al estilo Hillsong Church. A los 17, ya era la vocalista principal de una banda que hacía covers en la ciudad de Mérida, Venezuela. Años más tarde, ya formaba parte del colectivo Los Andes Electronic con Barboza: un conjunto de artistas venezolanos con el que recorrió el país por primera vez.
La vida siempre presenta diferentes caminos y lo certero es que uno siempre tiene que elegir, así hizo Pia Paez cuando lo dejó todo y se mudó a Sao Paulo, Brasil, a culminar su carrera en diseño gráfico y terminó cantando todos los viernes en portugués, inglés y español en uno de los bares más celebrados de Sao Paulo: Cashmere Brasil.
Cuando el destino se encargó de recordarle que había venido a esta vida a cantar, volvió a Venezuela decidida a comenzar su carrera como solista y nació su primer sencillo: “Me Pone Mal”.
“Me pone mal” fue estrenado en La Mega 107.3FM en el programa de Francisco Granados y de ahí empezó a rotar por todas las radios del país hasta que estrenó el videoclip del mismo sencillo: una mezcla entre Cabaret y Psicología Freudiana, dirigido por Adrián Geyer y producido por Factor RH. El video musical fue estrenado en el reconocido Late Night Show de Luis Chataing por Televen.
El éxito de esa canción le valió una nominación a Mejor Artista Revelación en los Premios Pepsi Music 2014, en donde fue invitada a cantar en la ceremonia. Ya alcanzando el reconocimiento nacional, empezó a colaborar con varios artistas como Budú, Caseroloops, Charliepapa y SunSplash.
En el 2016, se mudó a Nueva York, en donde asegura haber dejado de ser “esa chica tímida que dice: yo canto” a desatar el poder que tienen las caderas cuando van cargadas de las palabras necesarias para hacerle entender al machismo su mensaje: “Yo soy Mucha Mujer”. Su carrera ha ascendido con la admiración de sus seguidores de verla reinventarse y superarse, de luchar por sus sueños.
Tres años mas tarde de su llegada a la ciudad estrenó su álbum: “Tú y tu Lado Oscuro”, hoy nominado a Mejor Álbum Alternativo en la 8va edición de los Premios Pepsi Music en Venezuela: una competencia artística en donde también está nominada como Mejor Artista Alternativo, junto a otros asombrosos artistas que representan la fuerza del talento latino, tales como: El otro polo, Anakena, Vargas y Rawayana.
El 5 de Julio del 2019, en esa solemne fecha de la libertad venezolana, grabó “Me Gusta Igual”: un video que muestra la felicidad intrínseca, en el verdadero valor de ser independientes. Esas iluminadas aseveraciones son las mejores compañeras en un año 2020 que le ha coartado los planes a la mayoría del mundo y que nos ha impuesto un ineludible contacto con el yo.
No cabe duda de que Pía Páez logró encontrar en esos tiempos de ocio que nos dio la pandemia la inspiración para seguir componiendo y seguir compartiendo sus gran alma creativa.
En el recorrido que hace la Guía Cultural sobre las musas nos acompaña: La Pía Páez.

¿La Pía Páez es mucha “Mucha Mujer” para…?
La cultura del dating, puedo escribir un bestseller de todas las cosas que me han pasado en una cita, hacia allí va dirigido “Mucha Mujer”.
“Mucha Mujer” no es para uno, es para todos. Tuve una relación muy larga que se acabó con mi llegada a NYC, tenía años sin tener una cita y cuando empecé a tener experiencias de salir con alguien, me di cuenta de que era horrible. ¿Tener etiquetas en el proceso de salir con una persona? Yo soy una persona a la que le gusta fluir, vivir el enamoramiento.. El matching, el orbiting, no funcionan para mí. Si al final no hay acuerdos y no sabes hacia dónde vas, no me gusta.
A mí me gusta ver cómo alguien se abre al amor, tú sabes, atontarme y que la otra persona se atonte conmigo. Cada vez que salía con alguien era muy raro, era muy impersonal. Estás, pero no estás, y entonces uno termina en una posición en la que no sabes qué es… Yo, como mujer, aunque sé qué pasa del otro lado, terminas revisándote a ti misma y auto-analizándote. Te preguntas: ¿Qué hice mal? ¿Qué dije mal? Hubo un punto en el que yo misma me reía. Y me di cuenta de que no estaba equivocada, y que los equivocados eran esas personas que no saben qué quieren en una relación. De ahí surgió la idea del tema, partiendo de que yo soy mucha mujer para esos hombres que no saben valorar realmente a la mujer.
Cuéntame un poco de ese maravilloso lugar de dónde vienes…
Empecé cantar desde muy pequeña. Tengo familia de Puerto Ordaz y Ciudad Bolivar y familia maracucha y merideña, es una mezcla muy linda venezolana. Vengo de una familia de profesionales en muchas áreas de trabajo, pero mi núcleo fue el primero en irse por la rama artística.
¿De dónde vienen las musas de Pía Páez?
La verdad decirte que la musa vino por alguna persona no es así. Todo nació simplemente disfrutando de la música, de cantar con mi mamá en la sala de mi casa, muy influenciada por MTV cuando llegó a Venezuela… Eso marcó una época para mí y abrió la ventana a la cultura norte americana.
Fui muy influenciada por bandas como Foo Fighters, Marilyn Mason y Caramelos de Cianuro. La apertura a la globalización me abrió mucho, de hecho, me da pena que sea inspirada más por bandas en inglés que en español. Sé que hay músicos excelentísimos y de sobra en Latinoamérica, pero todos tenemos nuestra historia de las bandas que nos influenciaron y a mí me influenció mucho Charlie Manson, The Garbage, No Doubt. Recuerdo en el famoso Caracas Pop Festival en el estadio Universitario de Caracas ver a Gwen Stefani, me dio una energía extraordinaria y, como mujer, ver a otra brincando encima de la tarima, escalando las luces y cantando con tal energía, me hizo querer estar de ese lado del escenario cantando.
¿Cuándo tomaste la decisión estar en el escenario?
¡En Brasil! La energía era demasiado linda, me abrieron todas las puertas. En Brasil me sentí brasileña –sin que nadie se ofenda–, me sentí en casa. Nos parecemos mucho los venezolanos y los brasileños. No fui buscando la música, fui a estudiar diseño gráfico, me encantaba el portugués y empecé a buscar pasantías en diseño gráfico en Brasil. Ahí fue cuando cerró mi ciclo con Barboza.
En Brasil estaba enfocada en mis pasantías y la vida me fue llevando a cantar. Yo iba por la vida toda tímida diciendo: “yo canto y voy a cantar porque me gusta hacerlo”.
El día en que mi roommate, Renata, descubrió que me gustaba cantar, fuimos a una fiesta “Gambiarra”, en ese lugar habían dos líneas para entrar al club: una fila para el público y otra para los talentos de la noche. Renata saltó a la línea de talentos y aclamó que venía su amiga cantante venezolana. Estos eventos se hicieron más frecuentes hasta que una noche, al final de la fiesta, los productores y dueños de un bar llamado Cashmere –en donde se reunían muchas personas a cantar un gran repertorio de canciones en inglés, español y portugués– me invitaron a cantar todos los viernes.
Yo me quería quedar en Brasil y no pude por temas de la visa. Mi jefe en donde hacia las pasantías de diseño, me sentó y me dio la mala noticia de que no se pudo renovar mi visa. En esa misma conversación, él con su personalidad motivadora me dice: “tú no te has dado cuenta, pero lo que tú más haces todo el tiempo es cantar; y no todo el mundo tiene un talento que te acompaña a donde vas, préstale atención porque estás desviando tu atención entre cantar y el diseño, y ese don de cantar tienes que prestarle atención para que te pueda dar todo lo que te ofrece”. Esas palabras me llevaron a pensar que nada me daba más sensación de plenitud como cantar: es lo que siempre hacía de niña. Ahí fue cuando cerré las puertas al diseño gráfico y me dediqué completamente a la música.
¿Cómo fue tu regreso a Venezuela?
Cuando regresé a Venezuela, llegué súper motivada. Para ese entonces, era vecina de Aureliano Méndez, quien acababa de producir el tema “Pal Norte” de Calle 13. Nos encontramos y me invitó a grabar voces para su álbum. En el proceso de grabación me preguntó por qué yo no tenía mi propio álbum y me ofreció ayuda para producirlo. Entonces me senté a escribir y a escribir hasta que nació “poesía”, “me pone mal” y todas las canciones de mi álbum “Tú y Tu Lado Oscuro”.
“Me pone mal” fue mi primer sencillo y primer videoclip. Buscando productoras para hacer el video, Hernan Jabes decidió ayudarme y Factor RH produce el video que grabamos en el Teatro Municipal de Puerto Cabello. El video lo dirigió Adrián Geyer y constó de una súper producción y de un equipo humano, muy rico de trabajar y muy profesional. “Me pone mal” se estrenó en el Late Night Show de Luis Chataing, cuando fui entrevistada por José Rafael Guzmán y Led Valera: fue toda una bendición tener el programa de Chataing para estrenarlo.
“Me pone mal” fue el primer sencillo de este álbum que salió en el 2014, uno que junto a mis hermanas hicimos unos CDs que hacían alusión al cabaret de los 50s. Hicimos las portadas de los CDs y nos fuimos a Caracas a entregarlos en todas las radios. Así empezamos a tocar puertas y promocionamos el sencillo que terminó estrenando en la radio con Francisco Granados en La Mega, lo que me abrió muchas puertas y empecé a sonar en varias emisoras radiales como Onda La Super Estación y en el Circuito Líder. En medio de todo esto, mis hermanas y yo empezamos a escribir un guión que combinaba mucho con el Cabaret de los 40s, la psicología freudiana y las regresiones en el tiempo de una relación de pareja terminada.
Hernan Jabes fue una persona muy abierta, sobre todo con una niña de Los Andes con un guión tan loco. El arte es el arte y cuando un artista necesita de otro –creo que– estamos para ayudar. Hernan tuvo la sutileza (él que es un duro del cine) de ayudarme a mí, que no tenía reconocimiento en Venezuela como artista, y dejó la batuta de la dirección a Adrián Geyer y a todo un equipo humano muy lindo de trabajar. Ellos me dieron como resultado un video de primera...
¿Hay un antes y después de “Me Pone Mal” que te llevó a colaborar con tantos artistas?
Gracias a “Me Pone Mal” fui nominada a los Premios Pepsi Music como Mejor Artista Revelación y me invitaron a tocar el tema en vivo frente a la Cream de Cream de la música venezolana. Sin duda, esto me hizo pensar que estaba haciendo las cosas bien y que estaba marchando hacia la dirección correcta. En esa ceremonia de los Premios Pepsi Music conocí a Caseroloop de Barquisimeto que ahora son mis hermanos y junto a ellos hicimos “Hoy en un buen día”.
Con Budú, me pasó algo muy especial. Él hizo un tuit que preguntaba si alguien conocía a una cantante que hablara portugués, alguien me menciono a mí. Recuerdo recibir de la nada un tuit de Budú que decía “Tú eres la que es” y yo, sin saber muy bien de qué se trataba, apenas leí le respondí “yo soy la que soy”. Así fue cómo colaboré con Budú en su tema “Hoy es Hoy”, fue realmente una experiencia muy divertida.
A Charlie Papa, de Mérida, los conocía desde hace un tiempo pero fue genial que me invitaran a un dueto de la canción “Zamuro”, que es una canción hermosa. Era un tema muy retador porque era una canción que ya estaba lista, que ya el público amaba como tal y yo pensé: “puedo ponerla y que la gente la odie, o agregar algo y le agrade a la audiencia”. La recepción del público fue muy buena y la cantamos varias veces en vivo, inclusive recuerdo que la tocamos en el festival Nuevas Bandas.
En ese mismo Festival de Nuevas bandas Sunsplash me ofreció grabar un tema en inglés muy al estilo R&B y electrónico que se llamó “Boy”.
¿Es “Poesía” Mérida y la finca de tu infancia?
“Poesía” es una canción que dice todo en la letra y que no necesita interpretarse en un video musical. Sin embargo, lo grabamos en Mérida en una finca lechera a la que siempre fui cuando era niña. Creo que este video tiene dos equipos: los que lo odian y los que lo aman. “Poesía” me daba un estilo country de Jhonny Cash, por eso decidimos hacerlo en la Azulita, Mérida. Lo hicimos en familia donde mis tres hermanas hicieron la dirección, la fotografía y el vestuario. Fue muy especial hacerle un homenaje a ese espacio que significa mucho para mí.
¿Qué ha pasado desde que llegaste a Nueva York?
Llegué a Nueva York un poco perdida en el 2016. Acababa de sacar el tema “Poesía” y, justo cuando me vengo, el tema empezó a rotar en los circuitos grandes de radio. Fue un contraste muy fuerte estar aquí empezando desde cero y ver el tema ser un éxito a la distancia. Un día, mis amigos me llamaron a contarme que lo habían escuchado en el estadio de beisbol, en un juego de Cardenales de Lara.
La gente amó esa canción y muchas parejas la adoptaron como su himno. Llegué a NYC sola y me tocó comenzar de cero, no me traje nada más sino mi guitarra. Tuve suerte de que la ciudad no se me hizo tan difícil como a muchas personas, me aprobaron mi visa de artista y empecé poco a poco.
La música se puso muy en freno, me tocó perderme del ambiente musical, no solo por estar acá sino también por motivos personales, “Tú y tu lado oscuro” tuvo sus cosas lindas, pero también sus cosas tormentosas.
Daniel Alba, un productor ecuatoriano, fue mi luz y me ayudó a terminar de hacer el máster de mi álbum, siempre se lo agradeceré; de hecho, seguimos trabajando hasta hoy en día. Un día, una amiga colombiana que entendía perfectamente la dinámica del emigrante, me preguntó: ¿qué necesitas para arrancar tu carrera? ¿Cómo puedo ayudarte para que te sientas en contacto con tu lado artístico? Me regaló un piano y me dijo: “me lo pagas cuando puedas, pero no pares de crear”. Ella para mí representa el ideal de ayudarse entre latinos.
Así empecé otra vez con mis procesos privados creativos: ese año canté en Red Hood Brooklyn, luego canté en el bar Cómics para un fundraising por el huracán María. Empecé a cantar poco a poco y eso me dió mucha motivación. Otra amiga, con la cual trabajaba en Brooklyn, mientras veía mi material artístico me motivó a probar cosas nuevas, a probar clases de actuación y de baile y eso me cambió mucho. La actuación me sacó muchas cosas internas que estaba cargando, me ayudó a pelear por mí en el mundo musical. Ahí dije: “vamos de nuevo, vamos a decirle ‘hola’ otra vez al mercado”, y continué trabajando hasta que fui firmada por Zigzag Music y pude hacer mi lanzamiento de “La Tonada del Caminante” y posteriormente “Me gusta igual”.
¿Cómo lograste hacer una producción tan linda para el video de “Me gusta Igual”?
“Me gusta Igual” fue un tema donde llamé a toda la clase de actuación donde estaba. Solene Moureau (una talentosa actriz francesa dirigió el video), nos sentamos un día a hacer el guión y pre-produjimos todo para grabar el 5 de julio en Washington Square Park. Es un tema que resume lo que es Nueva York y esos encuentros fortuitos que la ciudad tiene para sorprenderte y hacer ese momento único e inolvidable. La historia y la evolución de los personajes deja un mensaje plasmado sobre el amor, con un final muy cómico. Fue increíble ese momento donde volteas y dices: “no puedo creer que todas estas personas colaboraron para mí”. Definitivamente, la disposición mueve muchas cosas.
¿Qué detonó en ti la cuarentena que te inspiró a escribir “Passing the Time”?
Es un tema piano voz. La cuarentena ha sido algo difícil, fue un tema de soledad, fue fuerte, fue un momento en el que tienes que luchar con todas las cosas positivas y todas las cosas negativas de la vida. Y me dije: “voy a generar cosas positivas”. Sentí temor al pensar que, cuando todo volviera a la normalidad y la ciudad abriera de nuevo, tuviéramos miedo de acercarnos; y de ahí nace la canción “Passing the time”. “Sueño con reencontrarte y abrazarte; darte un beso y ver el cielo contigo en la playa o darle un abrazo a quien no se lo di”. Me costó un poco la producción porque no se podía ir a grabar, y tampoco se podía salir a la calle. Entonces, mi amigo Orlando de Caseroloops me ayudó a grabar y a masterizar. “Passing the time” salió en un momento turbio porque apenas terminé el video, empezó el Black Lives Matter y cambió el lenguaje del mundo. Es un tema que esta ahí y que recolecta las imágenes que se vivieron en la cuarentena en el mundo. De las cosas tan fuertes que vivimos, se vió mucho el lado humano, es lindo que en un momento tan negativo resaltemos las cosas positivas que tenemos en la humanidad. No hay fuerza todavía que nos separe.
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¿Para qué se prepara la Pía Páez ?
La Pía Páez se prepara y planea hacer un show en vivo por YouTube (aunque me ha costado aceptar que es una de las pocas herramientas que están disponibles). Lo estaré posteando todo en mis redes sociales. Además planeo hacer un workshop para niños de canto y composición: es una edad muy linda y en la que –si alguien te ayuda a romper con el silencio o la timidez– los niños pueden desarrollar mucho talento.
Puedes votar en los Premios Pepsi Music aquí.