Isabel Ordaz & Marcial Álvarez (Foto: Pedro Gato)
Isabel Ordaz & Marcial Álvarez (Foto: Pedro Gato)

La profesora en Madrid: enseñanzas teatrales más allá del aula

El montaje del texto más reciente de Eduardo Galán llega a Madrid tras su estreno mundial bilingüe en NYC.
- Recomendamos -

Dentro del universo teatral contemporáneo, la simpleza de un montaje se ha convertido en una proeza que pocos escenarios consiguen. Y es que confeccionar una obra que fluya de manera orgánica plantea una aparente sencillez que, en realidad, es difícil de alcanzar. Hoy en día, muchas obras se valen de sofisticados recursos técnico-escénicos para impresionar a los miembros de su audiencia y agasajarles con un festín visual que les deja cautivados. Sin embargo, esta práctica no es más que un artilugio del espectáculo que sacrifica el fondo por la forma; un espejismo creado para deslumbrar y desviar la atención del público poco aguzado.

 

Sin embargo, no todo está perdido, pues siempre surgen montajes cuyas propuestas rescatan la esencia del espectáculo escénico recurriendo únicamente a sencillos recursos mecánicos empleados para agilizar el relato teatral; tal es el caso de La profesora del autor español Eduardo Galán, estrenada para esta temporada en el Teatro Bellas Artes de Madrid.

Marcial Álvarez & Isabel Ordaz (Foto: Pedro Gato)

Esta versión de La profesora, dirigida por Carla Nyman, empata acertadamente la historia del autor y el discurso teatral para crear un vertiginoso montaje que captura la atención del público y, en tono de comedia, denuncia el desgarrador panorama actual del individuo moderno quien debe sobrevivir a discriminación de edad, sexismo, soledad, clasismo, acoso escolar e infidelidades.

Con una genial maestría, Nyman recurre a los recursos teatrales de forma sobria y austera pero efectiva: juegos de sombras, cuadros paralelos, transiciones musicalizadas y escenografía minimalista… Y siempre los pone al servicio de la historia para intensificar su impacto. En una escena memorable, el personaje de Ortiz (un inigualable Marcial Álvarez) le cuenta a la profesora América Alcalá (Isabel Ordaz, soberbia) un pasaje del libro que está leyendo: Cien años de soledad y con un poco de sonido ambiental e iluminación cálida, el público se transporta a la selva sudamericana donde se ubica Macondo.

Marcial Álvarez (Foto: Pedro Gato)

“La sencillez en el teatro se aborda desde la pregunta: qué es necesario. Y como en este montaje el contenido es complejo, ya que son muchas capas y queremos llegar a lo que es profundamente importante para el personaje, no era necesario desplegar una serie de recursos que hicieran más compleja la obra. Queríamos potenciar lo que era fundamental: la relación entre los protagonistas que va creciendo hasta hacerse simbiótica”, explica Nyman.

Pero además de los logros técnicos, otro aspecto a destacar en La profesora es la perfecta sincronía entre los protagonistas: Isabel Ordaz y Marcial Álvarez consiguen un delicado balance entre la comedia y el drama, creando el ambiente propicio para espetar verdades que -pese a su seriedad- serán aceptadas con una sonrisa por la audiencia. Y nada hay más efectivo que abordar un asunto delicado con humor. Ambos histriones transitan de lo grave a lo cómico como si caminaran sobre una cuerda floja y sin red de protección, un acto de equilibrio que solo duplas como Katherine Hepburn y Cary Grant han conquistador en la pantalla grande.

Isabel Ordaz (Foto: Pedro Gato)

Al hablar sobre esta colaboración escénica, Isabel Ordaz apunta: “Lo más difícil de lograr es la química en el escenario entre los actores. El teatro, podríamos decir, es casi un arte imposible porque el arte parece que preconiza o que aspira a la intimidad, a la individualidad. Tú estás sola al escribir, pintas sola, compones música en la soledad -solo compartes al ejecutarla- y en el teatro compartes siempre. Tienes que buscar tu lugar en el escenario para dar tu narrativa dentro de un colectivo que pasa por un autor, unas palabras que no son tuyas, una puesta en escena que es de la directora y otro u otros compañeros. Y esto es lo más complicado porque es una artificiocidad, es decir, no es natural ya que no has compartido ni tiempo ni trabajo antes. Lo que le sostiene es el afán de compartir un relato, una historia en común”.

Marcial Álvarez & Isabel Ordaz (Foto: Pedro Gato)

Teniendo estos factores a su favor, el texto de Galán alcanza una profundidad que impele al público a identificarse con las situaciones que atraviesan sus protagonistas: aquellos paterfamilias que no se llevan bien con sus hijos, quienes hayan padecido alguna infidelidad, los jóvenes que han sufrido acoso escolar, las personas que buscan su lugar en el mundo tras su transición sexual, todos los que hayan sido menospreciados por su forma de hablar e incluso todo individuo que considere que no hay edad para amar. Esta obra recrea, exitosamente, un universo moderno aquejado de malestares contemporáneos que agobian la existencia del humano y la gran enseñanza de su autor es que, a pesar de todo, siempre habrá un motivo esperanzador que permita sonreír.

La profesora continua temporada en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el 15 de octubre. Para horarios y boletos, consulte el sitio web: teatrobellasartes.es

- Recomendamos -

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *