Desde su apartamento en el distrito teatral de Manhattan, Mauricio ha sobrellevado el confinamiento ad pedem litterae. Y es que tras haber vencido al cáncer por cuarta vez, no puede tomarse ningún riesgo, no tiene intencion de entablar una batalla con el Covid-19.
Pero el aislamiento de estas semanas le ha permitido explorar otros campos creativos y, desde luego, se ha embarcado en el único medio que –hoy día– le permite viajar: el digital.
Es precisamente en estas fechas que Mauricio prepara la transmisión por internet de su concierto realizado hace un par de veranos en el prestigioso cabaret de Broadway: Feinstein’s/54 Below.
“Estoy muy contento porque, este año, tenía planeado hacer mi tercer concierto consecutivo en 54 Below. Pero con el cierre de los teatros, todos los eventos fueron cancelados o pospuestos. Y se les ocurrió esta maravillosa inciativa de hacer streaming de varios conciertos que tienen grabados. Y escogimos el 23 de mayo, que es mi cumpleaños, para programarlo. Es como una manera de devolverle, a Nueva York y a la comunidad de Broadway, algo de lo mucho que me han dado.
Y como regalo de cumpleaños, le voy a pedir a quienes vean el concierto que efectúen una donación a través de un enlace que se colocará en el evento. Lo podrán hacer allí mismo y todo lo que se recaude será entregado a una organización en pro de los derechos de los migrantes indocumentados.
Es que soy un migrante y, después de interpretar a Emilio Estefan en Broadway, me queda muy claro la importancia de nunca olvidar de dónde vengo ni mis raíces. Y por eso quiero darle voz a quienes no la tienen”.
De México to Broadway es el concierto de Mauricio que se transmitirá por redes sociales. Un recorrido biográfico por la carrera del cantante a través de sus papeles protagónicos en el teatro musical.
Los arreglos musicales están a cargo de su paisano regiomontano: Jaime Lozano, y cuenta con las estrellas Orfeh y Mariand Torres como invitadas especiales.
En medio de la vorágine propiciada por esta crisis sanitaria, Mauricio ha descubierto una segunda pasión además de la música: el activismo. Sus cuentas en redes sociales se han transformado en una auténtica trinchera desde donde aborda, con piedras y coronas, los problemas políticos de los países donde comparte su vida: México y Estados Unidos.
“Creo que es muy importante dejar claro que criticar no es atacar. Soy un libre pensador y mi voz puede ser dura, pero es legítima porque no estoy alineado con ninguna fracción politica. Y, de verdad, hablo desde mi sentido común porque conozco la realidad desde fuera de mi país.
Y así como festejamos a los mexicanos triunfadores, así también hay que defender a los que no tienen voz. Y he vuelto mis cuentas en una red de apoyo tras aprender la lección de que uno debe ser resiliente en todo momento.
Me duele ver que en ambos países existe un fanatismo aterrador que ciega y que se vuelve casi un culto. Por eso incito a la gente a pensar y a cuestionarse. Y recordarle a la gente, sobre todo en México y latinoamérica, que los gobernantes son nuestros empleados, que trabajan para nosotros”.
Lo que vendrá después de la pandemia para el mundo de las artes escénicas es tan incierto como este mismo momento. A nivel personal, Mauricio tuvo que cancelar sus presentaciones en Londres, Ciudad de México y Nueva York.
Por lo pronto, la escritura se ha convertido en un refugio de sus ajetreados días: “No lo llamo mis memorias porque todavía no tengo ni la edad ni la trayectoria. Pero sí es el primer acto de lo que ha sido mi vida. Estoy volcando allí todas mis aventuras personales y profesionales. Y podrá ser un recordatorio para los artistas de que, cuando hay crisis, somos a quienes el mundo entero recurre para sanar su espíritu”.
