“¿Y por qué no experimentaron en las mujeres estadounidenses?”, gritó una señora de edad avanzada en plena función de Las borinqueñas… Un silencio incómodo invadió el teatro, afortunadamente, la actriz a quien le espetaron el reclamo se recobró del estupor y continuó su parlamento.
Esta anécdota describe la indignación y el dolor que la obra de Nelson Díaz-Marcano provoca en el público asistente. Y es que la historia de Las borinqueñas aun se resiente y enardece por el abuso cometido a aquellas mujeres puertorriqueñas que en los años 50 fueron sometidas a pruebas preliminaries de la píldora anticonceptiva sin informárseles que el medicamento era experimental y que podía tener efectos secundarios potencialmente peligrosos.
En esta ficción dramática, Díaz-Marcano retoma los hechos históricos y los mezcla con la vida de cinco mujeres puertorriqueñas que, oprimidas por un sistema patriarcal hetero-normativo, se ven obligadas a parir hijos a pesar de que va en contra de su voluntad. Las sometidas borinqueñas viven bajo el yugo del macho acatando sus designios y cuando se atreven a desafiarlo, el desenlace es mortal.
El autor considera que Las borinqueñas “es una carta de amor a las mujeres que me ayudaron a crecer y que me educaron. Ese es el poder de las borinqueñas que son quienes mantienen nuestra cultura viva. Hay que verla para comprobar por qué la historia no nos puede borrar”. Y al referirse al proceso creativo de una obra que se inserta en un contexto histórico, detalla: “Empezamos con este montaje cuatro años atrás pero durante todo ese tiempo he estado dedicándome a la investigación. Llegar hasta aquí han sido varios años, aunque la versión preliminar estuvo lista en un par de meses”.
El montaje de Las borinqueñas es una producción del Ensemble Studio Theatre y The Alfred P. Sloan Foundation, en colaboración con Latinx Playwrights Circle y Boundless Theatre Company. Y su dirección está a cargo de Rebecca Aparicio, una artista cubano-estadounidense con una larga trayectoria a pesar de su juventud. El público que acuda al montaje podrá comprobar el aguerrido espíritu de una directora cuya visión artística consiste en confrontar los sistemas opresores y sus creencias, al tiempo que resalta el aspecto humanista de sus historias.
Otro elemento que hace de Las borinqueñas un montaje excepcional es la creación de un íntimo espacio que no solo es físico, sino también anímico, casi espiritual. La integración perfecta de sus partes: diseño escénico, de vestuario, iluminación, proyecciones y sonido convierte al diminuto escenario en un despacho médico, un comedor en Boston, una sala en San Juan o un campo lleno de luciérnagas. Esto aunado a las proyecciones en las paredes o sobre las sábanas en los tendederos que evocan las décadas pasadas matizando de nostalgia a la audiencia.
Las cinco mujeres boricuas son una amalgama de personalidades que solo se tienen una a otra. Todas provienen de un barrio marginado, recibieron un apartamento subsidiado por el gobierno estadounidense y creen, inocentemente, estar en condiciones de acceder al sueño americano. Y es la natural complicidad entre estas cinco actrices: Nicole Betancourt, Guadalís del Carmen, Maricelis Galanes, Maribel Martínez y Ashley Marie Ortiz, lo que convence a la audiencia de la sororidad entrañable que existe entre sus personajes. Completan el cuadro de actores: Hellen Coxe, Mike Smith Rivera y aquellos que interpretan a los personajes históricos Gregory Pincus (Paul Niebanck) y Edris Rice-Wray (Hanna Cheek).
La labor de este ensamble actoral es de una precisión admirable y su caracterización es tan exacta que dotan a la obra de un valía casi histórica. La audiencia sale del recinto dispuesta a investigar más sobre estos experimentos, la obra impele a documentarse para comprobar si, en efecto, la esterilización de las mujeres boricuas se hizo con engaños, al igual que las pruebas de la píldora anticonceptiva… Indignante es comprobar la realidad de los sucesos, justo en este momento de la actualidad donde el ambiente político ha minado los derechos reproductivos de la mujer, propiciando una incesante beligerancia.
Las borinqueñas estará en cartelera hasta el 28 de abril. Para boletos y horarios, consulte el sitio web: ensemblestudiotheatre.org
