Fotografía por Wendy Wei.
Fotografía por Wendy Wei.

Los 5 mercados que se deben conocer en Manhattan

Para surtir la lista del mandado hoy día entran en juego factores como la conciencia ecológica, incentivar la producción local y ahorrar dinero. Todas condiciones indispensables para la próxima compra. Así que no se diga más: ¡vamos al mercado!
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Descubrir una ciudad a través de la gastronomía puede ser un plan apasionante. Pero descubrirla a través de los mercados al aire libre que tiene la ciudad, puede convertirse en una inolvidable experiencia. Sobre todo, porque Nueva York alberga tantas culturas y estilos tan diversos, que es una fuente inagotable de espacios donde su unen lo suculento con la última tendencia, en tan solo un par de pasos de distancia.


La lista de mercados es larga y enumerarlos implicaría un tedioso y laberíntico relato. Por lo que será mejor ir a lo simple y mencionar (o recomendar) los cinco mercados más impresionantes en la Gran Manzana.

Calle 97 casi esquina Columbus Av.

Todos los viernes, a solo pasos de una reconocida cadena de supermercados, este pintoresco mercado ofrece una gran variedad de frutas y verduras de producción local. Y es que granjeros cercanos a la ciudad fomentan el consumo responsable. También se pueden encontrar carnes, pescados, flores, quesos y panes. Y un detalle no menor es que este mercado cuenta con reciclaje de ropa y basura orgánica. Y si bien reciclar desechos orgánicos es práctico para alguien que vive frente a un mercado; no debe ser muy interesante viajar en el metro con una bolsa llena de basura orgánica. Lo que sí resulta maravilloso comprobar cómo hay ciudadanos capaces de reciclar esos deshechos y convertirlos en abono para plantas con solo trabajarle a esa ‘basura’ que los demás desechan. Este mercado, además, suele tener una banda de música en vivo, lo que lo hace un plan maravilloso justo al inicio del fin de semana.

Broadway y la calle 114

Otra opción pintoresca y llena de “vida” es la que se encuentra a metros de la universidad de Columbia. Dos veces por semana (jueves y domingos) este mercado es una explosión de estudiantes en busca de alimentos frescos. Cuenta además con originales puestos de antigüedades y hasta de ferretería. Si al recorrerlo pasan, en algún momento, los puestos de muffins y panes, son deliciosos y recomendables. La oferta de mermeladas caseras resulta toda una exquisitez.

Morningside Park.

Enclavado en un precioso parque que arranca en la calle 110 -a metros de Central Park- y termina en la calle 123. Ofrece también los sábados una oferta muy colorida de productos frescos recién llegados del campo; al igual que artesanías africanas (posiblemente por la cercanía con Harlem). Hay flores, productos de panadería y, una vez más, el reciclaje de ropa. Qué reconfortante saber que las prendas que ya no se usan se puedan llevar al mercado y que, a través de organizaciones que trabajan en ello, se reparen, se limpien y distribuyan entre los más necesitados.

Calle 82 y York Av.

El noreste de Manhattan o Upper East Side también ofrece muchos y muy buenos mercadillos. Sin embargo, este es uno de los mejores; no solo por la cantidad de frutas y verduras frescas que ofrece, sino porque además cuenta con actividades extra que van desde demostraciones de recetas y cocina en vivo, hasta intercambio de recetas. Si bien hay que mencionar que debido al COVID estas actividades están canceladas por ahora.

La lista de sitios es interminable y podría seguir. Pero habría que otorgar una mención honorífica… A fin de evitar el enojo de los otros barrios, al mercado que tiene la mayor infraestructura y variedad de puestos: el de Union Square. Todos los lunes, miércoles, viernes y sábados, este espacio ofrece una inagotable variedad de frutas y verduras frescas y de temporada. Aquí es posible conversar con el mismísimo granjero quien, por lo general, es también el vendedor de los productos. En esta enorme plaza pública convertida en tianguis de alimentos, panaderos y floristas se mezclan con transeúntes de la zona que van y vienen, ya sea haciendo la compra o simplemente mirando. Bandas (nótese el plural) interpretando en vivo y cuyas notas musicales van mezclándose con olores que van desde panes y cruasán, pasando por puestos de pescados frescos, flores, quesos y embutidos (que son dignos de fotografiarse). Varias opciones de vinos se pueden encontrar aquí y siempre rodeados por la belleza de los edificios en una de las zonas más elegantes de la ciudad.
 

Así que ya lo saben, a la hora de hacer la compra (sobre todo de los productos frescos) los mercados del barrio son siempre la mejor opción. No solo por la calidad de los productos, sino también porque se colabora con aquellos pequeños productores cercanos a la ciudad. Lo que suma todo esfuerzo, por pequeño que este sea, para la reducción de la huella de carbono.

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