En una audiencia ante la Comisión Federal de Comercio (FTC) en Estados Unidos, representantes de diversos grupos, incluyendo sindicatos de actores y escritores, autores, actores de voz y músicos, se han unido para expresar su preocupación sobre el uso de la inteligencia artificial generativa en las industrias de medios y entretenimiento. Argumentan que esta tecnología socava su trabajo y plantea riesgos de fraude significativos. Los términos clave que estos representantes buscan son “consentimiento, crédito y compensación” para garantizar que sus obras y su propiedad intelectual se utilicen de manera justa y adecuada en el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial.
El director ejecutivo nacional de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, y el miembro del comité de negociación de Writers Guild of America West, John August, han abogado por la protección legal de las obras y la propiedad intelectual de los creadores. Argumentan que el contenido generado por humanos, como las actuaciones de actores y las voces de cantantes, refleja un trabajo genuino que merece ser protegido por derechos de autor y otros mecanismos legales. También destacan la necesidad de un enfoque equitativo en la protección de los derechos de propiedad intelectual tanto para individuos como para empresas que utilizan inteligencia artificial.
La falta de regulación en torno al uso de la inteligencia artificial ha generado preocupaciones entre los creadores, y la WGA (Sindicato de Guionistas) logró un acuerdo con estudios y servicios de streaming para proteger a sus miembros en términos de acreditación y compensación en proyectos que utilizan IA. SAG-AFTRA busca lograr acuerdos similares en sus negociaciones.
El punto central de la preocupación es que las empresas de IA están utilizando el trabajo de los creadores para entrenar sus sistemas sin su consentimiento, lo que a menudo resulta en la generación de obras infractoras que compiten en el mercado. Por ejemplo, la IA se utiliza para crear libros electrónicos de baja calidad que dominan las listas de éxitos de ventas en Amazon. Esto afecta negativamente tanto la compensación como el valor económico y artístico de las obras creadas por humanos.
La lucha legal también ha entrado en escena, con el Authors Guild liderando una demanda contra OpenAI, argumentando que la compañía ha utilizado obras con derechos de autor sin autorización. Se destaca la importancia de establecer un mercado de licencias para permitir a las empresas de IA defenderse contra acusaciones de infracción de derechos de autor mediante un uso legítimo. Además, se enfatiza la necesidad de un sistema de “opt-in” en lugar de “opt-out”, lo que significa que los creadores no deberían ser forzados a excluir sus obras del entrenamiento de IA, sino que deberían dar su consentimiento activamente.
Finalmente, también se advierte sobre el aumento de fraudes utilizando herramientas de IA, como deepfakes que involucran a celebridades para engañar a los consumidores. Estos problemas destacan la importancia de una regulación adecuada y de garantizar que los derechos de los creadores sean respetados en un mundo cada vez más impulsado por la inteligencia artificial.