A pesar de su juventud, la artista mexicana Major Rivero posee una larga trayectoria escénica que le ha permitido cumplir un gran anhelo: debutar en Broadway. Pero conseguirlo le ha tomado varios años de ininterrumpida dedicación desde los tiempos en que cursaba su bachillerato. Oriunda de León, Guanajuato, Majo terminó los últimos años de su preparatoria en Estados Unidos orientándolos a las artes escénicas. Posteriormente, cursó sus estudios universitarios en Chicago y, una vez terminados, se mudó a Nueva York para emprender su carrera profesional.
“Al principio solo tenía mi visa de estudiante. Pero al terminar la universidad, ese permiso te otorga un año más de trabajo en tu área de estudio. Eso me ayudó muchísimo a crear contactos y empezar mi carrera, porque sin una visa de trabajo no puedes laborar formalmente. Y fue esa oportunidad la que me impulsó a empezar. Fue cuando descubrí que sí se puede, que hay personas que sí te apoyan y que solo debes encontrar lo que es para ti”.
A lo largo de su sólida carrera, Majo ha participado en todo aspecto de la industria teatral estadounidense. Tras sus inicios en los proyectos escolares, formó parte del elenco de In the Heights presentado por una compañía regional en Long Island; también fue coreógrafa asociada en el montaje de La llamada, un musical producido en el teatro hispano de Nueva York; recorrió varias ciudad en una gira de West Side Story y, finalmente, se integró al ensamble de Gypsy en Broadway.
“Me fui de tour con West Side Story, durante un año y medio, por todo el mundo. Esto también fue una experiencia increíble. Y a los cuatro meses de haber regresado fue cuando audicioné para Gypsy”.

Se sabe que Gypsy es una obra respaldada por todo el aparato económico de la industria teatral. Pero si abordásemos el aspecto artístico, ¿cuál es la diferencia entre los montajes de Broadway, los de una gira y aquellos del teatro regional e hispano?
“Fíjate que es algo en lo que he pensado mucho últimamente. Siento que el trabajo es el mismo: la exigencia es igual, solo que uno mismo pone sobre sí más presión. Personalmente, siempre me he tomado muy en serio mi labor. O sea, no importa si es en Broadway, si es Off-Broadway o regional, para mí es muy importante hacer el trabajo. Eso sí, las horas de ensayo son más demandantes en Broadway. Por ejemplo, durante los ensayos técnicos y las funciones previas de Gypsy, estuvimos en el teatro desde el mediodía hasta la medianoche, como por dos meses”.
Esas jornadas de 12 horas deben ser agotadoras, ¿no es así?
“Sí, eso fue lo que más me pegó y siento que apenas me estoy recuperando mental y físicamente. Es decir, ya puedo ver amigos, ya puedo hacer otras cosas fuera del teatro. Y sí, fue algo que tomó tiempo para que me adaptara. Siento que para estar en Broadway se necesita una disciplina muy estricta”.
Debe mencionarse que Gypsy es una obra legendaria del teatro musical estadounidense. Y en este caso, alternas con Audra McDonald, quien posiblemente sea una de las más grandes estrellas de Broadway. Y además te toca la reapertura del Majestic Theater, recinto que albergó a El fantasma de la Ópera durante más de tres décadas y ahora lo remodelaron y lo dejaron precioso. Entonces, llegas a Broadway por la puerta grande.
“Nunca creí que fuera a suceder de esa manera. Trabajar con Audra es otro nivel. Y mira que está aquel adagio de que uno nunca debe conocer a sus héroes, pero en el caso de Audra, no se cumple. A ella sí la tienes que conocer en persona, es una artista completa. En el primer día de ensayos lo primero que nos indicó es que siempre estaría abierta a cualquier pregunta que tuviéramos. Y sí, así es, así fue y así ha sido. Y verla trabajar a ella con Danny Burnstein es algo que atesoraré y lo respeto muchísimo. Son increíbles personas”.
Quisiera que me contaras sobre los proyectos donde también has participado y que estuvieron en el Off-Broadway.
“Sí, Desaparecidas lo hice en Joe’s Pub junto a Jaime Lozano. Y en Repertorio Español fue La llamada donde fui la coreógrafa asociada. Ha sido uno de los proyectos que más me ha llenado porque sí es algo bien bonito trabajar con tu gente. O sea, así se siente un apapacho aunque no te conozcan. También he conocido a muchos mexicanos por esta oportunidad de Broadway y claro que te identificas porque entienden por lo que estás pasando y tener esa comunidad aquí es súper importante”.
Oye, Majo, ¿y hacia hacia dónde irá tu carrera después de esto? ¿Qué te gustaría o explorar? ¿Has pensado en eso?
“Siento que nunca estás satisfecha. Siempre hay más sueños que alcanzar. Y me quiero acercar más al mundo de las series de televisión o películas. Aunque claro que también me encantaría hacer otros shows como Moulin Rouge!, Hamilton y todos esos donde pueda bailar”.