Cuando el público abandona el teatro James Earl Jones tras presenciar la función de The Sign in Sidney Brustein’s Window (El cartel en la ventana de Sidney Brustein) lo hace con el estómago revuelto y la cabeza llena de angustia al comprobar que aquellos prejuicios que se creían superados todavía perviven en la sociedad estadounidense de la actualidad.
Y es que, desde 1964, Lorraine Hansberry puso el dedo en la llaga al abordar los temas tabú que desolaban diversos aspectos del sueño americano: segregación racial, sometimiento de clases, corrupción política, represión homosexual y liberación femenina… Heridas sin sanar que, al contrastarse con una visión de hace 60 años, evidencian el mísero avance hacia su resolución.

Es precisamente por estas temáticas que al estrenarse, The Sign in Sidney Brustein’s Window, enfrentó un rechazo inusitado en Broadway pero como lo explica Joi Gresham, directora del Fideicomiso Literario de Lorraine Hansberry: “En cualquier otra situación la obra hubiera bajado el telón. Pero en este caso sucedió algo inimaginable: los más prominentes artistas, escritores, productores, directores y actores -incluso aquellos que trabajaban en Broadway al momento- empezaron a hablar maravillas de la obra. A este movimiento se le denominó ‘teatro vivente’, porque era igual de significativo a lo que sucedía en escena”.
En la actual versión de The Sign in Sidney Brustein’s Window Oscar Isaac y Rachel Brosnahan encabezan el elenco ante una sala repleta en cada función, pues ambas figuras poseen el suficiente star-power para convocar a las masas. Sin embargo, a pesar de estatus de estrellas, la labor actoral de ambos histriones deslumbra en cada escena por su entrega e intensas interpretaciones en un sube y baja emocional que deja extática a la audiencia.

Oscar Isaac, actor de origen hispano nacido en Guatemala, interpreta al personaje que da título a la obra: un resentido intelectual judío cuyos bríos y aspiraciones se ven mermadas por una realidad que lo agobia. Isaac resulta tan convincente en su rol de hombre de los años 60 que, en momentos, pareciera revivir su papel en Inside Llewyn Davis (Joel & Ethan Coen, 2013). Por su parte, Rachel Brosnahan, se desliga de su vis cómica de The Marvelous Mrs. Maisel e imprime a su personaje de Iris Parodus Brustein una angustia e insatisfacción propia de una esposa sometida injustamente por la sociedad.

En una primera lectura, podría suponerse que el nombre en el título es alusivo al protagonista, pero Lorraine Hansberry creó una historia subyacente donde el hilo conductor son las tres hermanas de apellido Parodus: Mavis, Iris y Gloria. Por sorpresivo que parezca, esta no es la historia de Sidney Brustein, él es solo un trampolín que la autora emplea para lanzarse a las profundidades de las vidas de estas hermanas: Mavis es rica pero tiene que soportar estoicamente todo abuso de su esposo para guardar las apariencias sociales; Iris quien se casó con Sidney pero vive insatisfecha por su frustrada carrera artística; y Gloria, cuya belleza la ha convertido en una presa devorada, cada noche, por el mejor postor. En términos del indomable espíritu de la dramaturga, las mujeres son las víctimas ulteriores de una sociedad que, desde ese entonces: “o cambiaba o caería al vacío de sus propios abismos”.
Desde luego, la producción de la Brooklyn Academy of Music (BAM, por sus siglas en inglés) es impecable en todos sus aspectos gracias a la dirección de Anne Kauffman. Y valga destacar el planteamiento de la escenografía que permite ver lo que sucede dentro del apartamento de los Brustein, aquello que pasa con su vecino de arriba y hasta cómo deambulan transeúntes en las calles exteriores al edificio.

Y si alguien quisiera saber qué dice el cartel en la ventana del apartamento, se trata de una pancarta con consignas políticas en apoyo a la candidatura de uno de los amigos de Brustein, pero que en la actualidad pudiese decir #BLM o #MeToo sin problema alguno.
The Sign in Sidney Brustein’s Window permanece en cartelera hasta el 2 de julio. Para boletos y horarios consulte el sitio: thesignonbroadway.com