Florencia Cuenca, Tatianna Córdoba & Justina Machado (Foto: Julieta Cervantes)
Florencia Cuenca, Tatianna Córdoba & Justina Machado (Foto: Julieta Cervantes)

Real Women Have Curves: Latinas en la cima de Broadway

El musical Real Women Have Curves, inspirado en una historia original de Josefina López, aborda una perspectiva femenina de la inmigración hispana en EE.UU.
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Un aspecto relevante del musical Real Women Have Curves (RWHC) es la innegable valentía con la que aborda las escabrosas aristas de la inmigración hispana en los Estados Unidos: redadas llenas de abusos, temor a las autoridades, desprecio por la raza… Heridas que permanecen abiertas y sangrando más todavía durante el gobierno 2.0 de Trump.

La compañía de Real Women Have Curves (Foto: Julieta Cervantes)

Originalmente, Las mujeres reales tienen curvas (traducción literal del título) fue concebida como una pieza teatral por Josefina López, una dramaturga de origen mexicano nacida en San Luis Potosí. Y fue ella misma quien se encargó de adaptar su texto para el guion del filme homónimo de HBO en 2002. Sin embargo, han transcurrido más de 20 años desde entonces y aunque en esencia de la crisis migratoria en EE.UU. no ha cambiado mucho, algunos hechos necesitaban actualizarse de cierta manera. Es aquí donde entra la estupenda labor de adaptación para el guion de este musical realizada por Lisa Loomer y Nel Benjamin, ambos encontraron un convincente equilibrio para ubicar a la audiencia en 1987 y demostrar que la problemática sigue vigente.

Jennifer Sánchez, Aline Mayagoitia, Sandra Valls, Florencia Cuenca, Shelby Acosta & Carla Jimenez (Foto: Julieta Cervantes)

Otro gran acierto del guion de Real Women Have Curves es el balance que establece con el uso del español en escena: el público escucha la cantidad adecuada de expresiones y referencias para hacer verosímil la hispanidad de las protagonistas, pero nunca se satura de diálogos en español. A final de cuentas, un factor que jamás olvidan los productores es que más del 70% de las personas que acuden al teatro son de raza blanca y con un ingreso anual promedio de $250 mil dólares. Es decir, el teatro en Broadway se hace para los blancos que son ricos y que, seguramente, tienen poca disposición a escuchar una obra que no sea en su propio idioma.

Tatianna Córdoba & la compañía (Foto: Julieta Cervantes)

La historia de RWHC se desarrolla en el área de Boyle Heights en Los Ángeles dentro de una comunidad predominantemente hispana que, por no poseer documentos migratorios, su desarrollo profesional ha quedado truncado, confinándolos a vivir al margen de las nóminas donde se otorgan las prestaciones laborales. En este contexto, todas las protagonistas de la obra son mujeres indocumentadas, de diferentes edades y procedencias, que han unido habilidades y esfuerzos para sostener un taller de costura que surte los pedidos de una distribuidora de moda. A esta variopinta colectividad de costureras la conforman: Carmen (Justina Machado) y Estela (Florencia Cuenca) que son madre e hija y dueñas de la empresa; la enamoradiza Rosalí (Jennifer Sánchez); Pancha (Carla Jiménez) quien procrea una prole; la prima Flaca (Shelby Acosta); la prima Fulvia (Sandra Valls), miembro de la comunidad LGBTQ; y la soñadora joven guatemalteca Itzel (Aline Mayagoitia).

Tatianna Córdoba (Foto: Julieta Cervantes)

El personaje central es Ana (Tatianna Córdoba), una joven recién graduada de bachillerato que es la única en su familia que cuenta con un estatus migratorio regular por haber nacido en los Estados Unidos. Y es debido a esta circunstancia que Ana se debate entre seguir sus aspiraciones universitarias o quedarse a resolver las vicisitudes familiares. La historia le da seguimiento al verano de Ana mientras intenta cumplir con dos trabajos, uno como periodista de un diario local y otro en el taller de su familia que debe cumplir con un importante pedido. Es evidente que Ana es el alter ego de la autora, quien también trabajó en un taller de costura y que obtuvo su nacionalidad estadounidense en 1987 gracias a la amnistía migratoria de la ley Simpson-Rodino, misma legislación que se menciona en la obra como una alternativa para que las chicas del taller salgan de las sombras.

Justina Machado (Foto: Julieta Cervantes)

Con una impecable Justina Machado al frente del reparto, Real Women Have Curves tiene un elenco protagonizado por actrices hispanas que, en su mayoría, están haciendo su debut en Broadway. Desde luego, cada una tiene un momento o una canción para destacar, pero resaltan la vehemencia de Cuenca, la dulzura interpretativa de Mayagoitia, la sutil comicidad de Jiménez y, desde luego, la frescura y candor de Córdoba. Pero los mejores momentos se logran cuando todos sus talentos y voces se conjuntan en el número inicial Make It Work y en el que da titulo a la obra Real Women Have Curves. Y ya mencionadas estas canciones, los creadores de la letra y música de la obra son la multipremiada Joy Huerta y Benjamín Vélez, un dúo que logra una partitura variada, con guiños a los ritmos latinos y buenas canciones. Es notoria la dedicación con la que sus compositores construyeron las notas del musical, hay una minuciosa labor de años en la que se pulieron y reescribieron dichas composiciones. Y el resultado final tiene la valía de brindar una partitura al estilo más clásico de Broadway: chispeante y pegajosa, la gente abandona el teatro tarareando la música que recién escuchó.

Florencia Cuenca y la compañía (Foto: Julieta Cervantes)

Solo resta añadir que todo el esfuerzo interpretativo y musical de RWHC se potencializa gracias a la acertada dirección de Sergio Trujillo, el veterano coreógrafo de origen colombiano que también debuta como director en Broadway con este montaje. Trujillo imprime su característico sello coreográfico a cada baile y al tener a su disposición tanto talento latino, sus trazos dancísticos resplandecen sobre el escenario del teatro James Earl Jones. La paleta de colores con la que Trujillo pinta las escenas es brillante y exuberante, desde el mural de grafiti que se ve al inicio hasta los vestidos del número final, elaborados exquisitamente por Wilberth González y Paloma Young.

Tatianna Córdoba & Aline Mayagoitia (Foto: Julieta Cervantes)

Los detractores de Real Women Have Curves podrían argumentar que la historia está completamente sesgada a las vivencias y sufrimientos de los latinos indocumentados en esta región de California; sin embargo, la obra siempre se planteó abordar dichos tópicos desde una perspectiva femenina e hispana. Y en eso, RWHC es una obra con la capacidad de inspirar a su público para conformar una sociedad equitativa y tolerante, una idea por demás necesaria en estos tiempos.

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